Aclaratoria: Estoy consciente que muchos de mis amigos no caen en esto por malicia, y que no aplica a la mayoría de la gente que conozco. Aún así, si ofendo a alguien por decir algo que no es verdad –y cuando hablas de religión eso es casi inevitable-- , pido disculpas. Si se sienten identificados, bueno, ahí no puedo hacer nada.
Yo siempre voy a misa los domingos a las 6 de la tarde o a las 12 del mediodía, desde que tengo al menos 10 años. Si no puedo voy un poco más temprano, o los sábados a las 6 si ya sé que no podré ir. Y si no puedo ir me aseguro de disculparme con Dios, aún cuando sé que Él me entiende. Y me he bautizado, hecho la Primera Comunión y confirmado. Sólo me falta el matrimonio.
Dos cosas me intrigan de lo anterior. Uno, que hay gente que no me lo cree. ¿Es por mi personalidad? ¿Que de verdad no parezco un tipo religioso? ¿Qué me estás queriendo decir?
Dos, es que sé que no es por mi personalidad. Por alguna razón, una vez que hacemos nuestra Primera Comunión, la religión se convierte en algo casual o incluso intrusivo en nuestra vida. Las únicas veces que nos acordamos de nuestra condición de católicos es (a) un funeral; (b) un matrimonio; (c) un bautizo; (d) la Primera Comunión de un hijo o sobrino; (e) una misa de graduación; (f) una noticia particularmente álgida; (g) un chiste que podría ofender al Catolicismo y por eso es divertid; o (h) el Papa Benedicto XVI abre su boquita para decir un par de cosas con las que no estás de acuerdo. De resto, ir a misa está fuera de la cuestión, las monjas son una pesadilla, no crees en curas y bueno, ni hablemos de Semana Santa.
No estoy juzgando a nadie, pues si hay algo que considero que es un regalo enorme de Dios es la libertad de escoger, incluso de equivocarnos si al caso fuéramos. Si alguien escoge que los domingos son para descansar echado en su cama luego de una ardua semana, pues coño, que así sea, que para algo trabajaste. Ídem ante la posibilidad de divertirte toda una semana del trabajo, si es que el gentío te deja, claro.
También, hay que estar claros en una cosa: por cada presentación en PowerPoint que pesa 800MB, tiene una música MIDI pavosísima y cierra con “Envía esto a 50 personas para que Dios entre un poquito en sus vidas”, hay un cristiano confundido (o diez decididos) que se rehúsa a abrirlas. No hemos llegado al extremo de los Testigos de Jehová de llegar predicando la palabra de Dios un fin de semana a las siete de la mañana o de voz en cuello en el boulevard de Chacaíto (y para lo que valga, tanta dedicación tiene que admirarse) en cuanto a lo intrusivo, pero casi.
¿Por qué pensamos eso?
¿En qué momento comparamos a la religión como algo molesto?
Parte de ello puede venir en ese eterno deseo que no queremos ser juzgados. Aún para todo lo liberal que es el catolicismo al compararlo con el judaísmo, el budismo y en particular el islamismo, hay mucho de lo que dice nuestra querida religión que nosotros no vemos bien. ¿Virgen hasta el matrimonio? ¿Quién ha oído de tal cosa? ¿Cuántas veces has tenido pensamientos “impuros”? ¿Honrarás las fiestas? Sí, mientras se refiera a viajar, en vez de respetar los días que hay que ir a misa, quizá. ¿Y cuántos han codiciado la mujer del prójimo (o el hombre, no se hagan las pendejas), o cometido adulterio? Menos mal que aquello de “no robarás” y “no matarás” no se han tomado en serio (¿o sí?), y aquello de “honrarás a tu padre y a tu madre” es generalizado. (¿Es más, te acordarás de los Diez Mandamientos?
Parte también puede ser que muchos consideramos los mandamientos algo en contra de la Naturaleza humana. Nosotros somos en esencia seres necesitados de sexo. No somos seres puros. No queremos ser monjes, ni curas, ni monjas. No, queremos liberarnos de vez en cuando. Somos, en esencia, animales con razonamiento. Y lo digo sin ánimos de ofender a nadie, ojo. ¿Cómo resistirnos a la tentación del sexo? Como ya nos demostró Jim Carrey en Mentiroso, Mentiroso, ¿cómo sobrevivir en esta sociedad sin decir mentiras? Si nadie se va a enterar, y nos encontramos un fajo de billetes en el piso, ¿cómo no nos lo vamos a quedar? Es mejor decir que la Biblia fue escrita en una época mucho más sencilla que la actual, donde el mundo se ha vuelto más exigente y la presión para conformarse es insoportable.
Esa es otra parte: el mundo se ha vuelto tal que hablar de religión o ser particularmente religioso se ha vuelto el equivalente a un paria. Recuerdo cuentos de una niña que se reunió en una casa de unas amigas y sugirió que se leyera la Biblia. Sí, lamentablemente se rieron en su cara. En muchas familias el saber que una hija quiere ser monja o un hijo sacerdote es preferible a que se declaran gay, pero no por mucho. (Algo con lo que tampoco estoy de acuerdo, por cierto. Ni un poquito.) Quizá sea porque ser religioso es equivalente a ser conservador...
Yo considero que cada quien debe tener su propia visión de su religión y asumirla como tal de una manera honesta y sincera. Tienes que estar claro que por alguna razón la Iglesia condena la masturbación, no apoya el divorcio (con lo que estoy de acuerdo) y mira mal la promiscuidad y el sexo premarital (¿o le van a discutir a Benedicto XVI que la mejor manera de prevenir el SIDA es simplemente no tener sexo? El condón sigue siendo esencial si vas a tener sexo de todos modos, así que úsalo, pero lo de la abstención no lo pueden contradecir). Y si miran el mundo en el que estamos, ¿qué podría tener de malo algo de conservadurismo?
Una madre se acuesta con el hijo para evitar que se vaya de la casa. Un hombre preña a su hija porque sí. Miles están más pendientes del dinero que de cualquier otra cosa. (¿No hay uno de esos mandamientos que dice “amarás a Dios sobre todas las cosas?) La industria de la prostitución está a todo dar, y ni se cuente la de la pornografía. Infantil, me refiero. Una vida no vale lo mismo que valía hace tiempo, muchachos, estemos conscientes de eso. Y mejor no hablemos de la violencia a la que estamos expuestos (y no me refiero a la de la televisión o los juegos de video, que sé que no se le puede culpar por el estado del mundo, no sean pendejos; me refiero a lo que vemos en las noticias diariamente, en especial los que vivimos aquí en Venezuela). Es, como dijo mi buen amigo Oswaldo, una pérdida de valores increíble. Gracias a Dios que aún nos escandalizamos cuando nos enteramos, casi tanto como quizá he escandalizado a algunos de ustedes con este escrito.
Y creo que la Iglesia no puede estar exenta de culpa. Me perdonarán mis padres, mi familia y los sacerdotes de los que soy amigo, y en particular Dios. Pero en algo ha fallado la Iglesia, si hemos llegado a este punto de nuestra historia. Quizá nos han tratado demasiado como niños, en vez de razonar como adultos. Quizá el Oscurantismo fue durante demasiado tiempo y aún estamos resentidos. Hay quienes ven hipocresía en la Iglesia. Hay demasiados tele-evangelistas en el mundo, los “Pare de Sufrir”, que parecen aprovecharse de la debilidad de la gente para lograr un realero. Hay quienes sencillamente no confían en los curas. Sea como sea, la Iglesia Católica está perdiendo público a los evangélicos, o sencillamente de gente que no va. ¿Y sinceramente? Eso me parece triste.
Tener una religión es creer que hay algo mejor a lo que puedes aspirar. Es tener alguien en quién confiar más que en ti mismo (toma eso, Jorge Bucay). Es tener una base con la cual basar tu vida, o modelar tu pensamiento. ¿A quién preferirías seguir, a Gandhi o a Kurt Cobain? ¿Courtney Love, o la Madre Teresa? Y ojo: SEGUIR. No imitar.
Imitar es tratar de hacer lo mismo que ellos, hacer sus mismas acciones. Seguir es tomar en cuenta su pensamiento, y en una situación parecida, actuar de acuerdo con lo que ellos harían. No es lo mismo ni se escribe igual. Una requiere mucha dedicación, la otra menos. Uno puede seguir muchos ejemplos así. (¿Mi caso? Nelson Mandela, Gandhi, Jesucristo y mi padre. No en ese orden.)
Piensen. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a misa? ¿Que siquiera leíste aunque sea un pedacito de la Biblia? ¿Y por qué rayos eso es algo tan malo? ¿Por qué una hora de misa, un ratico que te leas las reflexiones de San Pablo? Yo creo que no tiene nada de malo leer, conocer la doctrina y decidir qué te puede servir para guiarte. Averigua lo que es la Misión Continental Evangelizadora. Y entra en una conversación sobre religión con gente que confíes o quieras. O empieza una aquí, con este humilde bloguero.
Claro, no espero que muchos de ustedes hagan algo siquiera parecido. Y eso está bien: como ya dije, la sinceridad primero. Pero como leí una vez, una fe débil necesita el ejercicio. Y hablar siempre es buen ejercicio. Que Dios me los bendiga.
Cuando analizas los mandamientos te das cuenta de que son normas para la buena convivencia. Asi que debemos seguirlos, no solo por la religion, si no porque podemos vivir en paz si los aplicamos. ¡Siempre me ha caido bien Moises! Era un tio muy listo... pero de ahí a ir a misa... uyuyuy juanqui... eso si que me lo pones dificil aunque entiendo tu punto al 100%. Este mundo está cada día mas loco...