Feliz año nuevo

Pues llegamos. El 2004 terminó, aunque muchos pensamos que nucna lo haría. Y se hizo largo el condenado, ¿no? ¡Y lo sufrimos, por Dios! Pero bueno, no todo fue tan malo. Los Medias Rojas ganaron la Serie después de 86 años. Italia fue eliminada rapidiiiita de la Eurocopoa -- que ganó Grecia, de todos los países. Por unos meses, hubo venezolanos más unidos que nunca en una misma causa -- sacar al loco. Que no lo hayamos logrado, bueno, eso es harina de otro costal. ¿Y yo? Bueno, sigo con ella, lo que es bastante asombroso, dadas nuestras diferencias. Terminé un semestre insufrible y voy por uno bien exigente. Mi padre va bien encaminado a eliminar el cáncer de su cuerpo (ah, sí, mi papá tiene un nodulito de cáncer en la próstata, o lo tenía, más bien). Y el resto de mi familia está bien de salud. Nadie se murió, nadie perdió un hijo, nada de nada malo le pasó a mi familia, gracias a Dios.

Se dice que siempre el año debe terminar en una nota reflexiva, donde evaluamos nuestros errores para no cometerlos más y asegurarnos que el año siguiente "va a ser mejor". Eso es bullshit, amiguitos. Uno SIEMPRE debe evaluar lo que ha hecho en el año. Háganlo diariamente, semanalmente, mensualmente. ¿Vas a agarrar el último día del año para ver qué hiciste mal? Cierto, tienes ahora 365 días para mejorar, pero de nada te va a servir si no hiciste un examen cuidadoso de lo que fue tu desempeño cada día de tu vida. El pasado se fue. No vuelve, excepto en contados casos. Así que olvídalo. Sólo recuerda lo que te enseñó. Carpe diem. Aprovecha el día. Trázate una meta. O mejor, metas. Y trabaja cada día para lograrlas. ¿Oyeron? Cada día. Y recen -- recen FUERTE -- porque yo siga mi propio consejo. Porque, Dios, hay que ver las metas que tengo este año. Sé que Dios quiere que las logre, así que depende de mí, con Su ayuda. Que reciban ese año borrachos de felicidad, en compañía de los seres que ustedes quieren y los quieren. Y que las lágrimas del 2004 se conviertan en las risas del 2005.

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