Recientemente, con el huracán Dean azotando el Caribe, el terremoto en Perú y las inundaciones con las lluvias por acá, siempre conviene recordar que no importa cuánto nos preparemos, no importa cuan superiores nos juremos, estamos en este planeta como inquilinos, no como arrendadores. Y Mamá Naturaleza (no emtan a Dios en este peo) siempre considera necesario echarnos un recordatorio, así sea uno pequeñito como el de esta mañana.
Caminaba yo hacia mi nuevo trabajo (nuevo será hasta que tenga un mes), cuando me extraña que veo una policía impidiendo el paso hacia una calle en particular. Si se quieren ubicar, esta calle es la que desemboca al final en la Fundación Polar. Si salen de la Francisco Fajardo a Los Cortijos (perdón a quien lea esto de afuera), pasan EPA, pasan los depósitos de la Polar, pasan la Coca-Cola y Rori, y a juro tienen que cruzar a la izquierda. Una cuadra después está la CANTV, el Banco Mercantil y la entrada al Club Los Cortijos. Bueno, lo que van a ver ocurrió a media cuadra de la entrada, hoy en horas de la mañana.
Nadie pudo (o quiso) hablar conmigo al respecto, pero con los días de lluvia que hemos tenido, es mi teoría que el árbol, que creo que es un mango (Mangifera sp.)), tenía ahí cierto tiempo, y al ser una zona industrial, no puede haber tenido un suelo muy saludable. Las raíces no deben haber estado muy fuertes, y los palos de agua que han caído deben haber aflojado el suelo. Fue cediendo, fue cediendo, hasta que…
En la siguiente foto, fíjense en cómo estaban las raíces. Se arrancó de cuajo. Y miren cómo destrozó el amortiguador de la gandola, que por el tamaño del hombre se imaginan el tamañito del árbol. Es absolutamente increíble; ese árbol tiene que pesar mínimo cuatro toneladas.
En resumen, empiecen a cuidar este planeta gente, si no lo están haciendo. Uno nunca sabe cuándo al planeta le va a dar por devolver el golpe.
Caminaba yo hacia mi nuevo trabajo (nuevo será hasta que tenga un mes), cuando me extraña que veo una policía impidiendo el paso hacia una calle en particular. Si se quieren ubicar, esta calle es la que desemboca al final en la Fundación Polar. Si salen de la Francisco Fajardo a Los Cortijos (perdón a quien lea esto de afuera), pasan EPA, pasan los depósitos de la Polar, pasan la Coca-Cola y Rori, y a juro tienen que cruzar a la izquierda. Una cuadra después está la CANTV, el Banco Mercantil y la entrada al Club Los Cortijos. Bueno, lo que van a ver ocurrió a media cuadra de la entrada, hoy en horas de la mañana.
Nadie pudo (o quiso) hablar conmigo al respecto, pero con los días de lluvia que hemos tenido, es mi teoría que el árbol, que creo que es un mango (Mangifera sp.)), tenía ahí cierto tiempo, y al ser una zona industrial, no puede haber tenido un suelo muy saludable. Las raíces no deben haber estado muy fuertes, y los palos de agua que han caído deben haber aflojado el suelo. Fue cediendo, fue cediendo, hasta que…
En la siguiente foto, fíjense en cómo estaban las raíces. Se arrancó de cuajo. Y miren cómo destrozó el amortiguador de la gandola, que por el tamaño del hombre se imaginan el tamañito del árbol. Es absolutamente increíble; ese árbol tiene que pesar mínimo cuatro toneladas.
En resumen, empiecen a cuidar este planeta gente, si no lo están haciendo. Uno nunca sabe cuándo al planeta le va a dar por devolver el golpe.
P.D.: Creo que esta fue mi primera experiencia como "periodista ciudadano" o, como dice Luis Carlos Díaz, "infociudadano". Simplemente fascinante.
Hola Juan Carlo! Primera vez por aqui, hurgando en tu blog. Vaya caída de ese gigante. Menos mal que no había nadie en el camión, casi nada lo que se cayó, wow! Voy a seguir leyendo por aqui, un saludo!
Y qué me dices del Calentamiento Global? Yo creo que ya "mamá naturaleza" empezó a vengarse de la humanidad achicharrándonos. Saludos
La Madre naturaleza es sabia, tanto que ya sabe de que de forma deshacerse de nosotros que la estamos destruyendo... Solo nos queda cambiar nuestra forma de actuar con ella, o empezar a rezar... Saludos