Carta a una mujer que quizá no exista

Estimada. O quizá amada. Ciertamente querida:

Lanzo esta carta al mar que es Internet en la botella que es mi blog no tanto en la esperanza que me leas, sino en la espera que yo cumpla lo que aquí escribo. Si en efecto llega a tus ojos, pues doblemente apreciada será mi labor.

2013 está drenando los últimos granos de arena de su reloj, momento en que alrededor del mundo todos esperan entusiasmados poder celebrar la vuelta de la página universal, que todos esperamos que sea renovación, nuevos planes, nueva esperanza. Cuando en realidad casi todos sabemos que a pesar del cambio, todo se mantendrá igual; lo único que podemos hacer es mejorar.

Te quise escribir esta carta porque quiero prometerlo algo a alguien que he conocido toda la vida sin nunca siquiera dirigirle la palabra. Es la mujer con la que finalmente formaré una familia, la que me hará finalmente graduarme de hijo a padre, de esposo a cabeza de familia. Sé que existes, pero aún no sé si estás en mi vida, si ya llegaste a ella, o si ya te manifestaste como tal. No sé si eres alguien con la que ya tuve algo, si prono tendré. No sé si te acabo de conocer o si te conocí hace años. No sé ni siquiera si existas.

Pero esto te prometo. 2014 debe convertirse en el año en que te pueda ofrecer estabilidad. Debe ser el año en que me puedas ver y digas, “Este hombre será un soporte de familia responsable, un buen padre y un esposo diligente y amante, que me hará reír cuando lo necesito y estará ahí cuando me vea llorar”.

Te prometo que 2014 será el año en que dé un paso más cerca que mi perrito volverá a mí, pues será un año en que consiga ese hogar que tanta falta le hace, que pueda acoger a otros seres humanos que ayuden a cuidarlo: hijos y esposa. Que espero seas tú.

2014, te aseguro, será el año en que empezaré a cumplir más sueños, pero sobre todo a asumir nuevas responsabilidades. ¿Podré tomar mi curso de locución? ¿Ascenderé en mi trabajo? ¿Podré colaborar para otros medios? Sólo yo tengo esa respuesta. Te prometo, querida desconocida, que ese será mi Norte para este año que ya anuncia su llegada.

No sé quién seas, querida, no sé si existas o si te conoceré este año. Pero te prometo que cuando llegues, si lo hicieras en los próximos 12 meses, me encontrarás un buen prospecto para tu futuro, para el de nuestros hijos y para nuestras mascotas. Porque te aseguro, 2013 fue un año de enseñanzas y esperanzas, de modo que 2014 debe ser un año de acciones y experiencias.

¿Existes? Si es así, te espero. Sé que valdré la pena.

Feliz 2014 a todos ustedes que aún me leen por aquí, y espero que para este año lo sigan haciendo. Abrazos a todos.

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