En estos días, uno de mis profesores nos proyectó (si es que aún se puede aplicar la palabra) la película Invasiones Bárbaras, película franco-canadiense de 2003. Tiene momentos muy divertidos, otros muy trágicos y otros sumamente aleccionadores. Pero el centro de la trama es lo que me motivó a escribirles esto. La historia es la de un hijo, Sébastien, que viaja de Londres a Montréal a estar con su padre, Remy, que está muriendo de cáncer. Son dos personas totalmente contrarias: Sébastien está enfopcado a los negocios, fiel a su esposa, fanático de los juegos electrónicos, y la única parte del periódico que lee es la económica, si es que lee algo. Rémy, en cambio, es un profesor universitario que vive de la lectura, mujeriego empedernido y nacionalista como nadie. Sin embargo, a pesar de tan notables diferencias, Sébastien hace lo imposible para lograr que su padre encuentre paz en sus últimos días. (Si quieren saber más busquen aquí: http://es.movies.yahoo.com/db/f/5/1/511729.html )
No me avergüenza decir que lloré como una niña en ciertas escenas. Y también me fijé en algo que es recrrente en ciertas películas de los últimos años. En Nada en Común, Tom Hanks recibe la visita de su odioso padre (Jackie Gleason). En Pez Grande, Billy Crudup tiene problemas por el hecho de que su padre (Albert Finney) no parece poder atenerse a la realidad. Y no sólo es en películas: el grupo Mike + The Mechanics escribió una canción llamada "The Living Years" que tiene una estrofa que dice: "No estaba allí esa mañana / Cuando mi padre falleció / No llegué a decirle / Todas las cosas que le quise decir / Creo que atrapé su espíritu / Luego ese mismo año / Estoy seguro que oi su eco / En las lágrimos de mi bebé / Sólo quisiera haberle dicho / En los años de vida." Y quién puede olvidar el clásico de Cat Stevens con su clásico "Father And Son": "Cómo puedo empezar a explicar / Cuando lo hago, se da la vuelta de nuevo / Siempre ha sido así, la misma historia / Desde el momento que pude hablar / Me ordenaron escuchar / Ahora hay una forma / Y sé que me tengo que ir".
No es ningún secreto que mucha gente tiene diferencias notables con sus padres. Alguien una vez dijo "Antes decía que mi padre era el hombre más sabio del mundo; luego dije que mi padre es sabio, pero hay más sabios que él; luego dije que mi padre no sabe nada; luego me di cuenta cuántos abía mi padre, pero ya no está aquí para decírselo." A menos que sea uno de los tantos que, como aquella vieja cuña, dicen que nunca conocieron a su padre, todos estamos de acuerdo que ellos siempre hacen lo mejor que pueden, y eso no es nada fácil.
Yo me considero en una minoría: mi relación con mi padre es maravillosa. Quizá demasiado maravillosa. Dependo muchísimo de él. Y no paro de agradecérselo. Me ha dado una vida maravillosa, llena de privilegios y comodidades. Aún ahora, cuando estoy en una segunda etapa como universitario, él hace lo imposible para que yo avance en mis estudios, sólo pidiéndome que salga bien. Hay días en que quisiera salir corriendo sólo para que nunca dependa más de él, y al mismo tiempo me aterra dejar su lado. Sólo doy gracias a Dios que sus años de vida sí ha sabido lo que siento por él, y espero que sepa también lo agradecido que le estoy de todos los sacrificios que ha hecho por mí. Algún día, le pagaré no sólo en hechos, sino en ayuda. Espero poderlos cuidar a él y a mamá algún día como ellos me cuidaron a mí. Que Dios los bendiga.
No me avergüenza decir que lloré como una niña en ciertas escenas. Y también me fijé en algo que es recrrente en ciertas películas de los últimos años. En Nada en Común, Tom Hanks recibe la visita de su odioso padre (Jackie Gleason). En Pez Grande, Billy Crudup tiene problemas por el hecho de que su padre (Albert Finney) no parece poder atenerse a la realidad. Y no sólo es en películas: el grupo Mike + The Mechanics escribió una canción llamada "The Living Years" que tiene una estrofa que dice: "No estaba allí esa mañana / Cuando mi padre falleció / No llegué a decirle / Todas las cosas que le quise decir / Creo que atrapé su espíritu / Luego ese mismo año / Estoy seguro que oi su eco / En las lágrimos de mi bebé / Sólo quisiera haberle dicho / En los años de vida." Y quién puede olvidar el clásico de Cat Stevens con su clásico "Father And Son": "Cómo puedo empezar a explicar / Cuando lo hago, se da la vuelta de nuevo / Siempre ha sido así, la misma historia / Desde el momento que pude hablar / Me ordenaron escuchar / Ahora hay una forma / Y sé que me tengo que ir".
No es ningún secreto que mucha gente tiene diferencias notables con sus padres. Alguien una vez dijo "Antes decía que mi padre era el hombre más sabio del mundo; luego dije que mi padre es sabio, pero hay más sabios que él; luego dije que mi padre no sabe nada; luego me di cuenta cuántos abía mi padre, pero ya no está aquí para decírselo." A menos que sea uno de los tantos que, como aquella vieja cuña, dicen que nunca conocieron a su padre, todos estamos de acuerdo que ellos siempre hacen lo mejor que pueden, y eso no es nada fácil.
Yo me considero en una minoría: mi relación con mi padre es maravillosa. Quizá demasiado maravillosa. Dependo muchísimo de él. Y no paro de agradecérselo. Me ha dado una vida maravillosa, llena de privilegios y comodidades. Aún ahora, cuando estoy en una segunda etapa como universitario, él hace lo imposible para que yo avance en mis estudios, sólo pidiéndome que salga bien. Hay días en que quisiera salir corriendo sólo para que nunca dependa más de él, y al mismo tiempo me aterra dejar su lado. Sólo doy gracias a Dios que sus años de vida sí ha sabido lo que siento por él, y espero que sepa también lo agradecido que le estoy de todos los sacrificios que ha hecho por mí. Algún día, le pagaré no sólo en hechos, sino en ayuda. Espero poderlos cuidar a él y a mamá algún día como ellos me cuidaron a mí. Que Dios los bendiga.
Como es posible que despues de un ano de estar esta historia en tu blog, nadie haya opinado nada!
Que hermoso, sincero y expontaneo!!! No solo has expresado tu amor por tus abuelos, sino por tu padres tambien!(Ya me habia extranada no ver nada antes, aunque era era suponerse)
Por eso eres tan especial...el que es buen hijo, en buen amigo, buen cuidadano, en fin buena persona, con una gran escala de valores!
Verdaderamente el mayor regalo que Dios nos ha dado, han sido nuestros padres! Yo no hayo mi vida sin buru (mi mama), de hecho, mi hermana nos llama, "la parejita feliz", somos como dos amiguitas y compinches....eso es maravilloso! ella es mi apoyo y viceversa.
El destino ha hecho que tenga que vivir lejos de mi papa, pero tambien me ha dado la dicha de ternerlo siempre cerca de mi a pesar de todo y pendiente hasta del mas minimo detalle. Cuando estamos todos juntos, le doy Gracias a Dios por ello y deseo que ese momento nunca pase....
Gracias a ellos, soy lo quien soy...ellos son mi motivacion y mi fuente de inspiracion para luchar en este mundo....es mas no solo ellos, sino mis hermanas quienes siempre me han cuidado con amor maternal y fraternal.
y ni se diga, mi abuelita, para ella soy su chiquitica y mi tio un amor de persona, con ese sentido del humor que lo caraceriza, siempre con sus chistes, sembrado alegria y piropos por donde quiera que pasa!
Dios me los bendiga, le conceda la salud y a dicha y compartir de nuevo todos junto!