Mucho más que RCTV

Hoy es un día histórico, pero no en el sentido que lo anunció nuestro "ilustre" canciller, NIcolás Maduro, en entrevista a CNN En Español. Hoy el país amaneció sin el canal más antiguo del espectro. Síp... el ejecutivo cumplió: ayer salió del aire la señal de Radio Caracas Televisión, después de 53 años y 6 meses.

Ese cierre fue anunciado el 28 de diciembre de 2006, por un Presidente recién reelecto que saludaba a las tropas, vestido como estaba de uniforme militar. Anunció que pronto cerraría ese canal "golpitsa", sin dar otro alegato sino que se le vencía la concesión. Aún si fuere cierto, no dio ningún alegato legal para no renovársela. Si no me lo creen, apenas el sábado 26 esa concesión fue renovada al prinicpal competidor de RCTV, Venevisión, y a la televisora estatal, Venezolana de Televisión.

Después de lo anunciado por el ocupante de Miraflores, empezaron las excusas de los ministros. Que si violaba la Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión, por dar contenido violento y degradante. Que incitaba a la violencia contra el gobierno. Que no representaba al pueblo venezolano. Bullshit, muchachos. Si revisaran lo que sale en Venevisión, vieran que la programación (hasta hace dos años más o menos) no era muy distinta a la RCTV. Y la violencia que promulgan los invitados y el conductor de al menos un programa en VTV (Mario Silva) es mucho mayor que cualquier cosa que RCTV haya podido hacer. No nos confundamos hijos: esto es un caso de retaliación política, pura y sencilla.

¿Por qué lo digo? Porque aparte de Globovisión (el equivalente a CNN acá en Venezuela), RCTV era el único canal que se mantenía 100% crítico al gobierno. Quizá en algunos momentos exageraba su pasión, pero mostraba lo que pasaba. Todos los otros canales simplemente lanzaban lisonjas, como si este gobierno fuera infalible. No les digo que hacía sólo cosas malas (aunque las que hace SON malas), nada que ver, ha hecho cosas muy buenas, se lo reconozco. Pero RCTV y Globovisión se mantenían independientes a sus influencias, y sus reporteros no tenían miedo de hacer las preguntas duras.

Y el caso puro y simple es, suponiendo que a mí me de la gana de ver un canal que critique al gobierno, ¿quién me dice a mí que no puedo hacerlo? Y si a mí alguien me dice que quiero ver nada más noticias, ¿por qué rayos no puedo? Yo rara vez veía RCTV, lo admito, yo siempre he sido más de ver cable. Pero si a mí me daba la gana de ver RCTV, ahí estaba, esperándome. Me recibió incluso una vez cuando concursé en Quién Quiere Ser Millonario. Y cuando fui en estos días a entrevistar a una de sus empleadas más antiguas, en asignación para el periódico que trabajo, se sentía la fraternidad entre las personas que trabajaban allí. Lo importante aquí no es si se cierra un canal o no, que ya es grave, que de por sí acepto que soy minoría, pues la penetración del cable aquí es mínima. Lo importante es que ahora tenemos menos de dónde escoger, que poco a poco se nos está obligando a ver lo que se nos dice que veamos.

Maduro dijo que ayer se presenciaba "el fin de la dictadura mediática". Más allá de que si estoy de acuerdo o no (que no lo estoy), más me preocupa otra posible dictadura que pueda empezar ahora. Que Dios nos agarre confesados.


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